lunes, 17 de junio de 2013

Ensayo Hunter S. Thompson



Esto es un pequeño ensayo que he escrito a una de las figuras que más admiro como periodista, escritor y esencialmente; como ser humano.



Vida y obra del Dr. Hunter S. Thompson

Hunter Stockton Thompson es una figura clave en la historia del periodismo y la literatura norteamericanos. Considerado en más de una ocasión como un alborotador público, Thompson protagonizó diversos acontecimientos de trascendencia política y social de finales del siglo XX en Estados Unidos debido a la fama adquirida en el ejercicio de la profesión periodística, lo que le valió este título (tan polémico como ambiguo), de cara a la parte más impresionable de los medios de comunicación de la sociedad norteamericana. Se le reconoce como uno de los pioneros del Nuevo periodismo junto a Tom Wolfe, Norman Mailer y Truman Capote, y también como padre del periodismo “Gonzo”; género periodístico en el que el informador se posiciona como testigo de la acción, aportando una información filtrada por la faceta de la realidad que este percibe. Entre destilados y alucinógenos de toda clase, su obra se desenvuelve con elegancia e ingenio, destripando las vacas gordas del pensamiento ortodoxo de una sociedad masificada y en pleno cambio; los EEUU de finales de los años sesenta y principios de los setenta.

El nacimiento del estilo “Gonzo” atiende a una anécdota ocurrida en 1970: La revista Scanlan’s Monthly había encargado a Hunter un breve reportaje sobre el Derby de Kentucky. Éste, cerca de la hora límite de entrega, sin tiempo ni ideas, envió los apuntes de su cuaderno a la revista deportiva, que los publicó tal cual. El artículo se titulaba "El Derby de Kentucky es decadente y depravado", y fue el primer artículo "gonzo". Escrito en un estado maníaco/compulsivo, el artículo fue un éxito inesperado. Hunter, convencido ya de que  iba a ser despedido, recibió una llamada de su editor felicitándole por su “excelente” trabajo. El periodista Bill Cardoso lo describió como una iluminación: "Ahora sí, esto es Gonzo puro. Si éste es el principio, que siga llegando". Según Ralph Steadman, su dibujante, Hunter dijo: "Ok, eso es lo que hago. Gonzo."

En su obra literaria, se integran a este modelo periodístico el magín del autor y las drogas, como colofón necesario para describir una realidad que asfixia las virtudes de los hombres, subvirtiéndolas con la endogamia propia de la perversión en cadena de los ideales sobre los que se cimienta el “sueño americano”. No en vano sus últimos años de vida (cuyo relato guardo para la conclusión del artículo), ejemplifican de una triste manera el declive a lo largo de la vida de los valores e ideales cultivados en la juventud de todo hombre; aquello que empieza como un leve escepticismo y termina por convertirse en puro nihilismo autodestructor. Eclipsado por su propio alter-ego (Raoul Duke), del que no desea depender para ser persona, y privado del anonimato que constituyó el mejor aliado de sus controvertidas publicaciones de prensa, comprende ya su incapacidad para ejercer el oficio objetivamente y decide quitarse la vida de un disparo en la sien el 20 de febrero de 2005.

Hunter S. Thompson nace en el año1937 en Louisville (Kentucky). Su padre muere dejando sola a su madre y a sus dos hermanos cuando éstos aún no han cumplidos la decena. Hunter crece en un hogar de clase media-baja, cuyo núcleo familiar está roto, lo que lo convierte en un delincuente antes de alcanzar la mayoría de edad. Reflejo de esto es la noche de su graduación escolar, que para él transcurre entre las paredes del calabozo de una comisaría local, debido a delitos menores perpetrados con sus compañeros de escuela. Hunter se relacionaba con chicos de clase media-alta, por lo que los padres de éstos pagaron las fianzas correspondientes, abandonando al joven solo en la celda. Es entonces cuando se hace más consciente de las diferencias de clases, y comienza a tomar conciencia social, lo que puede explicar su posterior vocación periodística.

Arrestado nuevamente, esta vez por robo, en 1956, Hunter decide alistarse en las Fuerzas Aéreas, trabajando en el departamento de información de la base de Eglin, Florida. Debido a su trabajo  extraoficial como redactor deportivo, infringe las reglas del ejército al escribir en varios diarios locales, y es dado de baja honorable en 1958.  "Este soldado, aunque talentoso, no podrá ser guiado por las políticas... su actitud de superioridad y rebeldía parece contagiarse en otros", escribió su jefe, el Coronel W.S. Evans.

Más tarde trabajó a media jornada como copista en la revista Time, mientras asistía a cursos de escritura de relato en la Universidad de Columbia de Nueva York. Al mismo tiempo, ofició como periodista en el diario Middletown Daily Record, del que es despedido por insubordinación a las pocas semanas, en 1959. Tras esta primera toma de contacto con el periodismo, decide viajar a San Juan de Puerto Rico, para cubrir una vacante en la revista El Sportivo, que a los pocos meses quiebra debido a las deudas, permitiendo a Hunter viajar por Sudamérica como freelance para diferentes medios. En esta época comienza a escribir su primera novela de ficción, “Los diarios del ron”, en la que se advierten ciertos tintes autobiográficos.

Cuando regresa a los EEUU, Hunter vive el apogeo de la cultura hippie y del ácido en San Francisco, se casa con Sandra Dawn Conklin y tienen un hijo al que llaman Juan Fitzgerald Thompson (Fitzgerald en honor al famoso escritor norteamericano, en cuyo estilo Hunter se inspira en sus inicios). En 1965, The Nation encarga a Thompson un breve artículo sobre la banda de moteros “Hell´s Angels”, que por entonces se erige accidentalmente como un paradigma del modo de vida americano para la juventud, que considera a estos forajidos como héroes nacionales. Tras escribir el artículo, el director de The Nation, Carey McWilliams, propone a Hunter escribir un libro acerca de este extraño fenómeno pseudo-cultural. El joven periodista accede, y convive con la banda durante la segunda mitad de 1965 y los primeros meses de 1966. A pesar de su rápida y sincera integración en la banda, una serie de desventuras provocan que reciba una paliza por parte de varios integrantes de los moteros. Tras este suceso se desvincula del colectivo y publica el libro “Ángeles del infierno; una extraña y terrible saga”, que alcanza un elevado puesto en la lista de los más vendidos.

 Debido a éste primer éxito, es contratado por la emergente revista “Rolling Stone”, en la que se hace un nombre. La popularidad de ésta revista radica en la contumaz insistencia de sus editores en sacar a colación los temas más polémicos, con el espíritu del “rock n’ roll” por bandera. Esta publicación, sobre todo se centra en temas políticos, que se evidencian de forma sobresaliente en la trama social de ésta época de revolución cultural. Es por esto que a Thompson le encargan  hacer un seguimiento de la campaña presidencial de 1968, en la que la vulneración de los derechos civiles por parte de las fuerzas del orden le marcan de por vida.





En 1970, Hunter S. Thompson se presenta como candidato a las elecciones de Sheriff en el condado de Aspen (Colorado), con un programa electoral que dice así:

Programa electoral. Thompson para Sheriff. Aspen, Colorado, 1970:

  1. Levantar todas las calles de la ciudad con martillos neumáticos y plantar césped en todas ellas.

  1. Cambiar el nombre de “Aspen” por el de “Fat City”. Esto evitaría que los codiciosos violadores de tierras y otros chacales humanos especulen con el nombre de “Aspen”. Estos cerdos deberían ser jodidos, destruidos y expulsados.

  1. Será la filosofía general de la oficina del Sheriff que ninguna droga que valga la pena tomar debe ser vendida por dinero. Mi primera acción como Sheriff será instalar frente al tribunal un potro de tortura para castigar a los camellos deshonestos de forma pública y apropiada.

Hunter inició esta campaña sin expectativas sinceras de hacerse con el mecanismo político del poder, pero la sorprendente reacción favorable de los votantes le creó esperanzas para ir hasta el final. En los recuentos previos obtuvo la mayoría, pero en el recuento final perdió por una pequeña diferencia, impulsada por las medidas que los temerosos conservadores tomaron para evitar que este “loco y adicto personaje” (palabras de Whitmire, su contrincante) se hiciera con el control del pueblo. Según declaraciones de los allí presentes, los miembros del partido conservador empadronaron a familiares en el pueblo para que votaran a favor de su candidato y, el día de las votaciones, llevaron a votar a gente en silla de ruedas y hasta en camilla de hospital.

Tras la derrota, Hunter declaró ante las cámaras “Bueno… desafortunadamente, esto ha demostrado lo que me dispuse a demostrar… y fue más un punto político que una elección local… que el sueño americano realmente está jodido. Cometimos un error al pensar que el pueblo estaba preparado para una campaña política honesta”. Cuando Whitmire tomó posesión del cargo de Sheriff, los conservadores tomaron medidas para que nadie de las características de Thompson pudiera volver a presentarse a las elecciones del condado.

Según las palabras de su editor “Si Nixon era un inmoralista que posaba como moralista, Hunter era un moralista que posaba como inmoralista”.


Es entonces cuando Thompson comienza a desarrollar la idea incubada del declive del “sueño americano”, y tiene oportunidad de vivirlo en carne propia cuando en 1971 la revista Sports Illustrated le encarga un fotorreportaje sobre un famoso evento deportivo en Las Vegas; la carrera de motocicletas por el desierto de Nevada “Mint 400”. Al mismo tiempo, la revista Rolling Stone le envía a cubrir una convención policial de narcóticos y estupefacientes en Las Vegas.

Thompson y Acosta cruzando el desierto en Cadillac. Según Ralph Steadman, su dibujante.


 Hunter alquila un Cadillac rojo, llena de licores y estupefacientes el maletero y, acompañado de un amigo (el abogado Óscar Acosta), pone rumbo a Las Vegas en busca del “sueño americano”. A pesar de que en la revista le pidieron un breve artículo, él vuelve con un manuscrito de más de 60 páginas, firmado con el pseudónimo que utilizaría de ahora en adelante, Raoul Duke. También trajo consigo varias horas de grabación en cintas de radiocasete. Este material se convertiría más tarde en la obra más delirante, cruda y subjetiva de la carrera literaria de Thompson; “Miedo y Asco en Las Vegas: un viaje salvaje al corazón del sueño americano”. En 1998, Terry Gillian dirige, con la colaboración de Thompson, una película sobre el libro.

En 1972, la revista Rolling Stone le envía a cubrir por etapas la campaña presidencial de Nixon en Washington. Gracias a un contacto que tiene Hunter dentro del equipo de campaña de Nixon, consigue acompañar al  candidato presidencial en su limusina de camino al aeropuerto, con la condición que le pone éste de no hablarle de “Vietnam y esas cosas”, a lo que Hunter accede a conversar en su lugar sobre fútbol americano. Tras el viaje, Hunter declaró que Nixon “se mostró amistoso y normal, aunque fue extraño”. También sostuvo que Nixon “representa todo lo malo que hay en este país… es más, todo lo que debería ser eliminado”.

 Hunter escribe otro libro durante esta campaña. Si “Miedo y Asco en Las Vegas” trata acerca de un hombre que persigue el “sueño americano”, “Miedo y Asco en la campaña presidencial de 1972” trata sobre un hombre que va en busca de un político honesto. Según el periodista y literato, este ideal de político honesto podría haber sido representado por George McGovern, un  senador demócrata que rivalizaba con Nixon y en cuyo programa incluía la retirada inmediata de las tropas de Vietnam, la aprobación de derechos igualitarios para las mujeres y un importante recorte en el presupuesto de Defensa.

Por entonces, Hunter S. Thompson, debido a su creciente popularidad como periodista, escritor, comenzó a ser considerado como un iconoclasta desbocado y contradictorio en toda regla, apoyado por grandes masas, sobre todo por las más reivindicativas; los jóvenes y las minorías étnicas. Un buen ejemplo de escándalo generado y protagonizado por él, fue la acusación (debidamente fundamentada) que hizo a un candidato presidencial republicano, al que acusó de ser un adicto a la Ibogaína (una fuerte droga alucinógena utilizada en ciertas terapias por chamanes brasileños).

El periodo de máxima productividad de Thompson comenzó a desvanecerse a finales de los años setenta. Desde entonces se dedicó a escribir artículos menores que no contaron, salvo excepciones, con la inspiración, el sentido crítico y la calidad de los anteriores. Hunter reconoció esto en una serie de entrevistas que le hicieron a las puertas del declive de su vida personal y profesional. La presión de la fama no pretendida y los conflictos matrimoniales (que acabaron en divorcio), empujaron a Thompson cada vez más a las drogas y a la vida disipada. Fue una época de desesperación y oscuridad, iluminada ocasionalmente por breves etapas de lucidez en los que escribió sus últimos artículos de renombre. Más tarde, habiendo arreglado las cosas con su familia, se quitó la vida a los 67 años en su casa de Woody Creek, Colorado.

En general, los artículos de Hunter S. Thompson eran un híbrido muy particular entre un reportaje claro, directo y crítico, y una tendencia a la fantasía utópica que confundía a muchos. Personalmente creo que Hunter, en algunos de sus mejores párrafos supo captar la esencia de la perversidad humana de una manera que jamás perderá su vigor.





“"No tiene sentido pelear ni de nuestro lado ni del de ellos. Teníamos todo el momentum; navegábamos en la cresta de una inmensa y bellísima ola. Y ahora, menos de cinco años después, puedes ir hasta la cumbre de alguna colina en Las Vegas y mirar al Oeste, y, con la mirada apropiada, casi podrás ver el lugar donde finalmente la ola rompió contra la tierra y comenzó a retroceder."

(Hunter S. Thompson refiriéndose al “verano del amor” y al ímpetu del ideal hippie de finales de los 60)

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